El Alimento para el camino
(19no Domingo del Tiempo Ordinario: 1 Reyes 12:4-8; Efesios. 4:30—5:2; Juan 6:41-51)
El Sacramento de la Unción de los Enfermos solía llevar el nombre de Extremaunción. Hoy en día los católicos entienden que este sacramento se imparte en vistas de sanación, no de muerte. Hay, sin embrago, ciertos ritos que hay que seguir cuando la muerte es inminente.
Entre estos está el Viático. La palabra original en latín significaba provisiones (dinero, comida, etc.) para el camino. En la Iglesia, se refiere a la Santa Comunión que se le lleva a la persona agonizante. El Catecismo de la Iglesia Católica lo describe en estos términos: “La Comunión del Cuerpo y la Sangre de Cristo recibida en el momento del paso hacia el Padre, tiene una significación y una importancia particulares. Es semilla de vida eterna y poder de resurrección, según las palabras del Señor: "El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día"”
Cuando Elías se sentía desalentada y quería morirse, Dios le proveyó con comida para el viaje, para darle fuerzas y ayudarle a continuar con su misión profética.
El mensaje de Nuestra Señora de La Salette era dirigido a “su pueblo” que, entre otras cosas, daba poca importancia a la Eucaristía. No solamente la Iglesia en general sufría de persecuciones de parte de la Revolución Francesa, sino aun desde antes, con el anticlericalismo que había entrado profundamente en la cultura francesa como resultado de la Era de la Ilustración.
En aquel contexto. El “prueben y vean cuan bueno es el Señor” encontraría poca repercusión. “Solamente unas cuantas mujeres ancianas” se lo tomaron en serio, al parecer.
Y a pesar de todo, hay algo en torno a la Bella Señora y a su mensaje que ha logrado tocar hasta los corazones más endurecidos. El padre de Maximino, originalmente hostil a la Aparición, llegó a entender el amor de Dios, y a partir de entonces fue a misa diariamente. Su conversión se debió a un episodio en su vida que tenía que ver con un pedazo de pan y del cual María hizo que Maximino se acordara.
San Pablo escribe: “No entristezcan al Espíritu Santo de Dios que los ha marcado con un sello para el día de la redención”. Sí, la práctica de la fe siempre ha enfrentado desafíos, pero es especialmente difícil en culturas secularizadas.
Así que todos necesitamos del alimento que nos da Cristo para poder caminar en la vida. No es solamente para los agonizantes; a todos nos da la fortaleza para continuar.
Traducción: Hno. Moisés Rueda, M.S.